miércoles, 26 de octubre de 2011

Silencio. Solo fluyen tus pensamientos. Cada momento lo recuerdas como si fuera el último. Y entonces sucede, una lágrima tras otra ruedan por tus mejillas, caen continuamente como si no tuvieran fin. Cada sonrisa, cada mirada correspondida, cada palabra dicha como si fuera la última. No entiendes el porque de este final precipitado de lo que parecia un SIEMPRE se quedó en un HASTA LUEGO, que nunca pensaste que acabaría de tal forma, pero lo hizo y ahora no puedes hacer otra cosa tal que seguir adelante...

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