caótica

e inestable, así me siento. O arriba, o abajo. Sé el camino, cada vez lo veo más viable pero siempre encuentro una piedra en mi camino que hace que siempre que estoy subiendo, haga que vuelva de golpe al suelo, y me frustro. Y lo pago con quien no debo. Quiero encontrar esa estabilidad que tanto necesito y aunque parte de mi está en calma la mayor parte del tiempo, siempre aparece algo que me dice que no puedo estar bien. Inseguridad, miedo o ya no sé como llamarlo que hace que todo cueste un poco (más). Tengo ganas de salir de este bucle infinito, de todos estos pensamientos negativos que solo hacen que vea las cosas malas en vez de centrarme en todas las cosas que tengo y que me merezco. Vivir en mi caos está bien pero ojalá fuese más fácil de controlar. 

volviendo a sentir.

 y de repente notas un click, y todo a tu alrededor empieza a encajar. Quizá no como esperabas que pasase, pero las casualidades tienen la ventaja de que acaban sorprendiendo y siempre para bien. Te sientes en casa sin necesidad de hacer grandes cosas, solo estar cerca de esa persona que te ha devuelto la paz. Miras y ves más allá de cuatro besos, ves complicidad, cariño y esa sensación en la barriga que ojalá fuese eterna en mi vida. Hay muchas cosas en desorden, pero poco a poco voy encontrando su lugar, dentro y fuera de mí. Si pudiese cerrar los ojos y pedir un deseo solo sería que lo que he vuelto a sentir hoy, sea la mínima parte de todo lo que me queda por vivir, cerca de ti.