como cuando te das el último beso antes de subir a casa y sabes que nunca más va a pasar. Así hemos sido y así vamos a ser, porque la situación no da más de sí y está a punto de reventar por tantos sitios que me da mucho miedo mirar. Y esta presión en el pecho que siento de como éramos y como somos me asusta, porque creo que fuimos felices sin querer y ahora ya no queda nada de eso. Espero poder mirarme al espejo y perdonarme, volver a sentirme tranquila con lo que hago y con lo que siento, aunque no vuelva a ser lo que fue. Y que todo vuelva a fluir.
