Días buenos, días malos. Días en los que te quieres comer el mundo, o
por el contrario desearías no haberte levantado. Todos tenemos derecho a reír,
llorar, disfrutar, aprender a vivir de otra manera. Da igual el pasado, céntrate
en el presente que empieza y de vez en cuando mira de reojo el futuro. Un guiño
a la suerte para que se ponga de tú lado, busca motivos hasta debajo de las
piedras para poder continuar. Todos nos equivocamos ¿no?, nunca nadie dijo ser
perfecto, nadie busco un motivo para hundir a alguien. Si luchar no es tu mejor
opción, espera, pero si por el contrario es lo único que te queda, hazlo, hasta
más no poder. Empieza por valorarte a ti mismo porque si no te quieres tú, ¿quién
te va a querer? Busca algo que merezca la pena. Porque hasta un momento se
puede convertir en un bonito recuerdo en apenas un segundo. No regales las
palabras no busques un porque a todo lo que sucede, porque bastara un segundo
para perder a un amigo, pero bastará un amigo para compartir un segundo. Lucha,
disfruta, haz lo que tú creas mejor en cada momento, porque si no lo haces tu ¿quien lo hará por ti?
No hay comentarios:
Publicar un comentario