Si alguna vez me equivoqué es hora de aprender a no hacerlo, si hablé sin cuidado aprenderé a callarme, si lloré a lágrma viva empezare a hacerlo en silencio. Es hora de saber lo que es importante y lo efímero dejarlo atrás. Hacerse una idea de la realidad a tu gusto te lleva a darte trompazo tras trompazo. Mi error fue caer en la trampa del miedo, del pensar que algo podría salir bien sin una base en la que apoyarse..